miércoles, 27 de septiembre de 2017

Leídas en Septiembre 2017



Libros / Jane Austen

Y bueno, ya casi estamos en el último trimestre del año, así que estoy algo apurada porque, además, aumenté mi challenge en Goodreads, para lo que estoy básicamente contra el reloj. No obstante, esto es lo que he leído en septiembre.

Un Okupa en mi Corazón
Una novela independiente que me había llamado la atención por su sinopsis es ésta, acerca de una chica que sueña con rediseñar una casa olvidada de su ciudad consiguiendo que su sueño se conviertiera en realidad; pero no todo lo que brilla es oro, esta casa viene con un bonus: un peculiar habitante.
 
Aunque sentí que le faltó un poco de chispa a la relación entre los personajes principales, la novela es más nostálgica que cómica, que era la idea que me había formado antes de leerla, también bajo la sugestión del título, sin embargo está muy bien escrita, lo que es difícil encontrar últimamente, incluso en novelas publicadas por editoriales.
Un Okupa en mi corazón es una novela romántica escrita por Mar Álvarez.

Agonía y Esperanza
Agonía y Esperanza es la primera lectura, la fase uno, completada de lo que llamo Proyecto Austen, una de las novelas relacionadas con Jane Austen que me propuse leer para terminar el 2017. Agonía y Esperanza es una nueva versión de la novela Persuasión de Austen, en la que el autor Fernando García Pañeda adapta elegantemente y sin perder su propia voz una de las obras más importantes y queridas de la autora inglesa. 
 
Pero Agonía y Esperanza tiene una particularidad, no está narrada desde el punto de vista de Anne sino desde el del capitán Wentworth, que en nuestra adaptación es el escritor de mediana fama, Frédéric Heywood, lo que, supongo, habrá representado, para el autor un reto superior, debido a todo lo que significa este emblemático personaje en nuestras mentes y el hecho de mantenerse a su altura. Les adelanto que lo consigue.
La novela cuenta con todos los elementos Austen, veremos reuniones, saldremos a tomar caminatas, tomaremos el té, cenaremos con frecuencia y leeremos buenos libros; la amistad, como acostumbra la autora inglesa, es parte esencial de la fundación de las relaciones interpersonales de los personajes en sus novelas, y si ha de adaptarse una obra clásica a la modernidad ha de ser como lo hizo Fernando con su versión de Persuasión, que sitúa por cierto en la preciosa Venecia. Lo único que le reclamaría a esta adaptación, si es que tuviera algo que reclamarle, es la falta de interacción entre los personajes principales, la novela es más Luigina-Frédéric que Anna-Frédéric, pero supongo que es lo que sucede cuando la historia nos la cuenta un hombre, pero no cualquier hombre sino uno atormentado por el pasado, por una desilusión, por un fracaso, el más grave de su vida, si cabe decir, pero un hombre apasionado y muy enamorado.

Anna había regresado a su vida y el último de sus errores había sido evitarla, incluso apartarla de él. Ahora sabía que, ocurriera lo que tenía que ocurrir, su afecto sería de ella para siempre; sabía que unirse a ella le alejaría de todas las demás mujeres tanto como separarse de ella.

Con la adaptación de Agonía y Esperanza queda confirmado que Persuasión es la novela de reencuentros.

Frases destacadas
“Los días no dependen de los proyectos, ni de las probabilidades, sino de planes a los que uno no puede acceder.”
“Dios no decide todos nuestros actos, sino que nos da la libertad para tomar decisiones.”
“No debe confundirse el deslumbramiento con el amor.”
“Sabía que no debe juzgarse el presente desde el pasado, ni estaba en condiciones de juzgar el pasado desde el presente.”
“Soy un buen amigo, no un héroe.”
“En esto de por aquí dentro soy demasiado complicado –dijo palpándose el pecho–. A veces yo mismo me pierdo.”
“De algún modo la seguía conociendo, la reconocía entre tanta gente, sabía lo que pasaba por su alma, para bien o para mal. Ella, por tanto, no había cambiado.”
“Creo que una ausencia solo se puede curar con una presencia.”
“Pero el tiempo, como siempre que impera un espíritu confortante, había pasado volando.”
“Él solo, con la inestimable ayuda de su torpeza emocional, había desbaratado una de esas segundas oportunidades que muy rara vez concede el destino.”
“Pero, si lo piensas, es todo un símbolo –continuó Anna después de reflexionarlo un momento–. Todo lo importante de la vida está a un solo escalón. No hay abismos en que caer, ni cimas que escalar, solo un pequeño escaloncito de mármol. Un pequeño paso, sin peligro, sin que nadie te ayude ni te empuje, y ya está, todo o nada. La vida o la muerte. Un pequeño paso, un instante.”
“Creo que el pecado más grave es no atender al corazón y a la mente que nos ha concedido. Despreciar la vida, el juicio, el amor, todo lo que nos hace criaturas de origen divino.”
“Los hombres olvidáis, cambiáis, dais vueltas con más facilidad.”
“Y en las mujeres ese tallo no es tan alto y rosbusto, quizá, pero las raíces son más fuertes y hondas, tan fuertes como las emociones o los afectos. Pero eso cuando amamos, amamos con más fuerza, con todo nuestro ser, y nos cuesta mucho más olvidar o borrar las huellas de ese amor, si es que se pueden borrar.” 

Próximas Lecturas
 

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